Los productos de Alcachofas Cynara han sido sometidos a un proceso de conservación especial para mantener sus propiedades y características como si estuvieran recién cogidas de la huerta. Sin embargo, al comprarlas frescas en cualquier mercado te conviene saber algunas cosas sobre su conservación y así evitarás desastres.
De este modo, el proceso de conservación de alcachofas debe iniciarse en un lugar fresco y para eso lo mejor es meterlas en el frigorífico teniendo en cuenta lo siguiente:
Si se trata específicamente de alcachofas que más adelante piensas cocer, límpialas bien en agua fresca con un poco de zumo de limón y luego escáldalas durante 8 ó 10 minutos. Después de escurridas, corta la cocción en un bol grande aparte con agua con hielo y cuando estén frías, congélalas.
Sea cual sea el modo elegido, hay un estudio muy interesante realizado por tres españolas pertenecientes a la Universidad de Murcia y publicado en 2009 en la revista Food Research International en cuanto a la conservación de 24 verduras, entre ellas alcachofas, en la forma habitual del consumidor. Es decir, conservadas frescas en nevera a 4ºC, congeladas a -20ºC y en botes o latas durante 18 meses. Según este estudio ciertas verduras, en cuanto a alcachofas se refiere, no pierden sus propiedades antioxidantes independientemente del proceso de conservación al cual sean sometidas. Por tanto, se mantienen intactas como recién cogidas de la huerta.
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